Ana Paulina Gómez, nació en la ciudad de León, Gto. en agosto de 1963.
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En 1997 inicia sus estudios de grabado y escultura en la “Casa de la Cultura “Eloísa Jiménez”, para continuar con los diplomados en las mismas disciplinas en la Escuela de Artes Plásticas “Antonio Segoviano”.
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Ha complementado sus estudios con diversos cursos, talleres, tutorías, asesorías teóricas y técnicas de dibujo, grabado, escultura, cerámica y pintura a cargo de maestros como: Luis Nishizawa, Othón Téllez, Jesús Gallardo, Ernest Kraft, Maris Bustamante, Hisayuki Nomura, Juan Melía, José Luis Bustamante, Ricardo Motilla, Randy Walz, José Luis Méndez, Angélica Escárcega, Américo Hernández, Francisco Romero, Mario Méndez, Juan Jorge Prado, entre otros.
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A lo largo de su carrera artística ha sido seleccionada y premiada en algunos concursos en diferentes disciplinas.
Cuenta con más de 50 exposiciones colectivas y 5 individuales.
-2021 “Vacíos” (Pintura, dibujo, escultura y textil) Centro Cultural México Plaza.
-2015 “Galería Urbana” (Intervención) 43 Festival Internacional Cervantino.
-2013 “Filigrana” (Escultura) 41 Festival Internacional Cervantino. Museo Olga Costa.
-2005 “Paisaje Urbano” (Intervención) ONCE FIAC Festival Internacional de Arte Contemporáneo. Plaza Fundadores.
-2003 “Trazos Hechos Mujer” (Pintura) Galería de Arte Contemporáneo ESAP “Antonio Segoviano”.

El quehacer artístico de Ana Paulina ha estado enfocado los últimos años al arte abstracto, su obra está elaborada con diferentes elementos compositivos, técnicos y teóricos que conforman su lenguaje creativo, encontrándose en todas sus expresiones artísticas. Si es dibujo, las líneas pasan de lo recto a lo curvo transformándose en geometría orgánica, de igual manera las pueden adelgazar hasta formar elaboradas filigranas, o bien engrosar hasta traducirlas a planos que las convierten en formas pictóricas.
En la escultura el material se convierte en línea y el espacio se transforma en soporte tridimensional de la obra.
Un punto importante dentro de su lenguaje es la pregnancia, ya que permite imaginar un contenido en el vacío, aumentando las posibilidades de interpretar lo que no existe, o bien, darle continuidad aún fuera de la obra. Es frecuente encontrar en sus obras que el negativo tome relevancia haciendo el papel de positivo. También busca puntos de equilibrio, ritmo, tensión y agrupación como sistema de símbolos discursivos convirtiendo su lenguaje en un juego visual.